“Alicia se coló por la boca de la madriguera, sin pensar ni un solo instante en cómo podría salir de allí”. Lewis Carroll

viernes, 28 de septiembre de 2007

EL ERROR
-¡Ja! -y ascendió cuarenta metros con ese solo impulso, y nos anonadó.
-Oh -dijimos todos.
-Vean que se puede, hermanos -gritó Epifito desde arriba, y todos estuvimos de acuerdo. Pero luego dijo: -¡Sin duda, ustedes me dirán que no pueden con diez años de no comer carne, de no mirar mujer...!
El castigo (de la soberbia) tomó forma de rayo. Tronó el cuerpo en lo alto, cayeron cenizas y jirones negros, y nosotros no pudimos ni contestarle que estaba en lo cierto.

Alberto Chimal D. R. ©

"Grey"
México, Ediciones Era/CONACULTA, 2006.
No es este sol
que se niega a calentarnos.

No es nada, no,
sólo la forma
en la que el viento anuncia
bajo la piel
que no habrá luz
en el vientre estéril
del concreto.


Pero en las grietas del muro
miles de palomas
anidan en invierno.


Javier Peñalosa D. R. ©

"Postales"

México, D. F. septiembre 2007
Fotografía: Angélica Santa Olaya D. R. ©

jueves, 20 de septiembre de 2007


La libertad es una espina con disfraz de espiga.
Una hoja seca enmedio del parque.
Un rostro que nunca más nos devolverá la sonrisa.
Un amargo jarabe que no cura la enfermedad.

Es tomar las riendas de la lengua
y aprender a conversar con el fantasma
que transita el propio cuerpo.

Es erguir la palabra
y comenzar a descifrar los signos
que yacen en el fondo del espejo.

Porque en el sitio donde moran las rosas,
hay tantas mordazas como sillas que cuidar.

Angélica Santa Olaya D. R. ©
México, agosto, 2007.
Fotografía: Angélica Santa Olaya D. R. ©
RETRATO

Yo no tenía este rostro de hoy
así inmóvil, así triste, así delgado,
ni estos ojos tan vacíos,
ni este labio amargo.

Yo no tenía estas manos sin fuerza,
tan quietas y frías y muertas;
yo no tenía este corazón
que ni se muestra.

Yo no supe de esta mudanza
tan simple, tan fácil, tan cierta:
- ¿En qué espejo se perdió
mi imagen?

Cecilia Meireles D. R. ©
Traducción: Angélica Santa Olaya D. R. ©

"Antología Poética"
Brasil, Editora Nova Fronteira, 2004.

jueves, 13 de septiembre de 2007

“HABITAR EL TIEMPO”: RETRATO DE UN ALMA MEXICANA
Conocí a Angélica García Santa Olaya en la ciudad de Benito González, estado de Río Grande del Sur, en Brasil, durante un Congreso de Poesía donde se presentaban poetas y artistas de varias partes de América Latina.
Su gesto tierno, dulce, siempre con una sonrisa acogedora, me cautivó inmediatamente. Estaba allí una mujer en paz consigo misma y con el mundo, pensé.
Su poesía, por lo tanto, de sopetón, me pegó un susto... Distante de aquella figura aparentemente serena, su poesía no se amolda a adjetivos de tranquilidad. Hay en ella, una inquietud filosófica y política, inteligentemente perspicaz, sagaz, lúcida, que cuestiona todo el tiempo buscando respuestas para el mundo que la rodea. Hay en ella un torbellino de emociones, mezcla de sangre y flor, humor y dolor, romanticismo y suelo social.
Así, descubrí, a través de su poesía, que detrás de aquella criatura inefable habitaba otra mujer que no se dejaba fotografiar tan impunemente, pero que tenía que ser descubierta solamente a través de su poesía.
Había que intentar penetrar en su intimidad, quitar los velos de su sonrisa, desnudarla a través de su arte, tocarla en sus más recónditos escondrijos para abrazar en plenitud su alma de mujer fuerte y luchadora; marca común de las mujeres mexicanas. Angélica es, por encima de todo, alma de poesía mexicana.
Con mucho orgullo me hice su amigo a pesar de la distancia geográfica que el internet intenta disminuir un poco. Con mucha honra y extremadamente adulado de que ella haya elegido mi nombre, intento superar el escalofrío que su libro me despertó.
“Habitar el tiempo”, muestra una poeta en su perplejidad humanística. Angélica sabe que la poesía es una comunión con el otro, entiende que la poesía es eso: una religión -un religar- con el sentimiento de otro. Sólo así la poesía se concretiza, se hace posible en cuanto arte.
Sorprende la emoción lírica y estética de sus versos que no ostentan falsas erudiciones ni ciertas “invenciones” tan comunes en aquellos que vanidosamente piensan ser más de lo que son. Sus poemas fluyen naturalmente limpios y simples, procurando un nexo entre pasado y presente, buscando “habitar el tiempo” en lo que éste tiene de trascendente y eterno a través de pasajes reales y continuos figurativamente inscritos en dicotomías: vida-muerte, infancia-madurez, amor-pérdida, nostalgia-presencia, sangre-placer.
“Habitar el tiempo” se localiza en medio de estas paradojas de manera sorprendente, a través de una poesía contundente que a veces nos roza la piel como el agua de un río y otras nos corta como la hoja de un cuchillo. Otras tantas nos arroja sin piedad contra las rocas de su verdad. Sin embargo, la poeta intenta siempre -lo mismo en los versos más amargos y contundentes- construir un puente hacia la esperanza, porque cree aún en el ser humano.
Con emoción equilibrada por el ritmo, técnica y forma envolventes, utilizando los recursos estilísticos y de lenguaje de manera creativa, principalmente en el uso del espacio del poema en la página del libro, donde la palabra reposa libre de amarras, pronta para alzar el vuelo –recurso muy bien absorbido por los poetas visuales- como cuando las palabras vienen en convulsión. Como río caudaloso presto a inundar las márgenes, Angélica nos propone un trabajo rico en musicalidad, timbres diversos y bellas metáforas.
“Habitar el tiempo” es, en fin, un bello libro de poemas donde Angélica retrata una dulce y aguerrida alma mexicana. Su poesía atraviesa mares y océanos para desembocar y anclar aquí, en este corazón brasileño pero apuntando su flecha certera para el mundo.


Tanussi Cardoso, Poeta y periodista, Vice-Presidente del Sindicato de Escritores del Estado de Río de Janeiro.

Brasil, Río de Janeiro, 21 de noviembre de 2004.

lunes, 10 de septiembre de 2007

TENDEDERO POÉTICO EN CD. DELICIAS, CHIHUAHUA
Cual fue la mayor sorpresa que cuando pasó la poeta Teresa Larumbe de Guerrero y la poeta Angélica Santa Olaya volaron los poemas del tendedero…
Berónica Palacios Rojas
"Crónica de viaje Cd. Delicias", mayo-julio 2007.
Encuentro Internacional de Poetas en Cd. Delicias, Chihuahua.
Arte visual: Leo Lobos

UN ARTISTA

Si eres un escritor y te cortan las manos
¿Qué haces?

Me dedico a bailar
¿Y si te cortan las piernas?

Me dedico a cantar
¿Y si te arrancan la lengua?

Tomo entre mis dientes un pincel y dibujo
¿Y si te matan?

Con mi piel hacen un tambor
con mis huesos flautas
y con mis tripas
cuerdas de violín.

Leo Lobos D. R. ©

Poema inspirado en un cuento de Alejandro
Jodorowsky
Chile, 2007.


sábado, 8 de septiembre de 2007

ATARDECER

Sí, me duele este atardecer,
esta boca de sol y verano.
José Carlos Becerra

La luz se marcha golpeándolo todo.
A su paso cierra la tarde
y los restos de mi nombre aguardan la oscuridad
donde duerme tu mano en la selva más profunda,
donde llovizna la sangre de recuerdos.
La nocturnal contemplación de las cenizas
de mi espejo que se vence al sueño,
refleja el viento que entra apagándolo todo
porque en sus venas corre la noche.
Con mi voz asumo la noche
ignorando el plomo de los años.
La luna se ha quedado con todas mis palabras
y una canción de sombra con boca de estrella
rompe la lluvia con su carne.

Roger Metri D. R. ©

"Nostalgia de la luz"
México, Instituto de Cultura de Yucatán, 1999.
Fotografía: Angélica Santa Olaya D. R. ©

En la mordedura de la noche
con una linterna
ilumino
mi sombra
El sol se escurre
tras la cabecera de mi cama
aguijón de la vida
Los astros en movimiento
siguen
la abeja en su vaivén
no teme morir
Atrapada en esta habitación
con el ruido de mi carne
me derrumbo.
Teresa Irazaba D. R. ©
"Postales desde la tierra"
México, Taller de sueños, 2007.
Fotografía: Angélica Santa Olaya D. R. ©

martes, 4 de septiembre de 2007

ANGELINA

Para dos mariposas
y un colibrí negro

La incandescente mariposa
bate sus alas de negra espuma
sobre el hálito de la semilla.

Su carne sonríe
con un alarido nocturno
que burbujea
por encima del rotar de manecillas.

Alrededor de la jaula
unas manos se crispan
y otras se abren
para abrazar el vuelo
que ahuyenta el grito de la noche.


Angélica Santa Olaya D. R. ©
México, del libro inédito "Rumor de Arcilla", 2007.

lunes, 3 de septiembre de 2007

REMO CONTRA TÍ CONMIGO A CUESTAS
(Fragmento)

Es inútil pedir un cuento a la voz desaliñada,
acróbata de madrugadas,
las sábanas, océanos blancos
teñidos con sombra de insomnios...


los brazos son remos esta noche...
primitivos ríos perturbados
en la estría nocturnal del relámpago...
¿Es posible, en este viaje, abrir de par en par
los claustros en un descuido de los muros?
Empeñada en trajinar amaneceres inciertos...
remo contra ti,
conmigo a cuestas.

Gabriela Pais D. R. ©

"Escapada de la forma ausente"
México, Tintanueva Ediciones, 2006.

Fotografía: Angélica Santa Olaya D. R. ©