UN SALÓN LLENO DE REFLEJOS
por Alicia Juárez
Jueves 15 de noviembre de 2007. El salón Morelos de la Casa Reyes Heroles está puntualmente lleno, yo llego corriendo. Gabriela Pais, editorialista argentina, hace un análisis literario muy certero sobre la nueva obra publicada de Angélica Santa Olaya: El lado oscuro del espejo.
Gabriela sugiere un abordaje poético sobre la Alicia de Lewis Carroll, una alegoría entre el viaje de este personaje y el proceso de encantamiento y desencantamiento del imposible amor que Angélica recrea en el transcurrir de sus 41 poemas.
Con voz pausada, volátil, quizá melancólica, Angélica lee: “… un conejo blanco roe las entrañas / al rojo vivo / de la niña que enredó los sueños / en una zarza de afilados colmillos.”
Siempre un epígrafe de Carroll antes de cada poema:
…pronto Alicia quedó sola
“Doloso sembrador de fantasías…/ pones todo de cabeza; / agitas el pañuelo / y te vas / sin atender el huerto.”
El poeta Saúl Ibargoyen da, como siempre, una interesante clase de poesía. Hace un análisis estructural y logra pasar al otro lado del espejo con su discurso sobre la poesía, la poeta y la poética. De nuevo Angélica ataca con suavidad:
“¿Mi corazón? Bien gracias…/ acabas de tragártelo de un solo bocado / con la única sí-laba que podría librarlo del cadalso… Y prosigue en otro poema:
“Quiero romperle los huesos / a los adjetivos que te regalé un día…”
El público quiere la firma en su libro. Hay gratos encuentros con nuevos poetas y con viejos poetas nunca olvidados.
Ya en casa leo de una sola vez El lado oscuro del espejo. Disfruto su forma y su contenido. Juego con el objeto libro; hago el experimento de leer de corrido los epígrafes, y veo ahí un reflejo, un hilván que une con hilo transparente la historia del viaje al que Gabriela se refería. Releo:
“Mi cabello es oscuro, mis caderas anchas
y no me gustan los relojes ni las reinas.
¿Será que sólo podrá amarme la poesía?”
por Alicia Juárez
Jueves 15 de noviembre de 2007. El salón Morelos de la Casa Reyes Heroles está puntualmente lleno, yo llego corriendo. Gabriela Pais, editorialista argentina, hace un análisis literario muy certero sobre la nueva obra publicada de Angélica Santa Olaya: El lado oscuro del espejo.
Gabriela sugiere un abordaje poético sobre la Alicia de Lewis Carroll, una alegoría entre el viaje de este personaje y el proceso de encantamiento y desencantamiento del imposible amor que Angélica recrea en el transcurrir de sus 41 poemas.
Con voz pausada, volátil, quizá melancólica, Angélica lee: “… un conejo blanco roe las entrañas / al rojo vivo / de la niña que enredó los sueños / en una zarza de afilados colmillos.”
Siempre un epígrafe de Carroll antes de cada poema:
…pronto Alicia quedó sola
“Doloso sembrador de fantasías…/ pones todo de cabeza; / agitas el pañuelo / y te vas / sin atender el huerto.”
El poeta Saúl Ibargoyen da, como siempre, una interesante clase de poesía. Hace un análisis estructural y logra pasar al otro lado del espejo con su discurso sobre la poesía, la poeta y la poética. De nuevo Angélica ataca con suavidad:
“¿Mi corazón? Bien gracias…/ acabas de tragártelo de un solo bocado / con la única sí-laba que podría librarlo del cadalso… Y prosigue en otro poema:
“Quiero romperle los huesos / a los adjetivos que te regalé un día…”
El público quiere la firma en su libro. Hay gratos encuentros con nuevos poetas y con viejos poetas nunca olvidados.
Ya en casa leo de una sola vez El lado oscuro del espejo. Disfruto su forma y su contenido. Juego con el objeto libro; hago el experimento de leer de corrido los epígrafes, y veo ahí un reflejo, un hilván que une con hilo transparente la historia del viaje al que Gabriela se refería. Releo:
“Mi cabello es oscuro, mis caderas anchas
y no me gustan los relojes ni las reinas.
¿Será que sólo podrá amarme la poesía?”
2 comentarios:
Angélica:
Agradezco tus palabras y me da mucho gusto también por ti, te felicito por tu publicación en la recvista "Parteaguas" y por t u participación en la antología de cuentos que publicó Sergio Gaut vel Hartman en Argentina. Te reitero mi agradecimiento y mi admiración hacia ti como mujer y escritora. Te envío un fuerte abrazo y muchos buenos deseos.
Obed González
Gracias Obed,
La buena energía fluye y eso es importante.
Angélica.
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