
Por otro lado, les comento que hoy regreso a clases en la ENAH y me parece como si fuera a entrar en el túnel del tiempo, pero sin un Tony que me acompañe en la aventura... ¿Cómo será el mundo allá afuera? ¿Podremos mirar a los ojos del compañero más cercano sin sospechar que está conteniendo un estornudo? Quizá el cochino virus se encuentre escondido debajo de las bancas acechando nuestro regreso, saboreando nuestro temor... ¿Será el momento de invocar la ayuda del enmascarado de plata? ¡¡¡Santo, donde estás???
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