“Alicia se coló por la boca de la madriguera, sin pensar ni un solo instante en cómo podría salir de allí”. Lewis Carroll

domingo, 16 de enero de 2011

EL POEMA DE GILGAMESH 

¿Quién era Gilgamesh?  Un héroe, grande y fuerte, dos tercios divino y un tercio humano -según cuenta el poema-  rey tirano de Uruk de quien se piensa que, muy probablemente, existió en la vida real aunque el poema dice que Gilgamesh fue creado por una diosa llamada Aruru.  Este semidios y rey tirano busca la inmortalidad y la gloria realizando grandes hazañas porque cree que así encontrará el sentido de su vida; piensa que si hace cosas que impresionen a  otros su vida va a ser importante.  Por eso la diosa Aruru crea un hombre, igual de grande y fuerte que él para que defienda al pueblo del tirano Gilgamesh. Aruru moldea, con arcilla, a Enkidu; un hombre que protege a la naturaleza.  Gilgamesh pelea con Enkidu, pero termina convirtiéndose en su amigo porque Enkidu lo vence y le perdona la vida.
Los dos amigos luchan con Humbaba, el gigante del Bosque de los Cedros que vomitaba fuego, y lo derrotan con la ayuda del viento.  La diosa Ishtar se enamora de Gilgamesh, pero Gilgamesh la desprecia y la diosa, encolerizada, hace que su padre, Anu, cree una bestia que mate a Gilgamesh.  Pero Anu crea al Toro Celeste sólo para que Enkidu lo venza, agarrándolo por los cuernos, para después matarlo. Enkidu sueña que los dioses están enojados con ellos porque mataron a Humbaba y al Toro Celeste.  El precio de su ofensa será la muerte. Enkidu se enferma  y muere.  Gilgamesh llora a su amigo con gran amargura y esta es una de las partes más hermosas de la historia porque vemos al gigante quebrantado por el dolor que le ocasiona la muerte de su amigo: “El miedo se ha metido en mis entrañas; temeroso de la muerte vago por la estepa… ¡Ojalá que los muertos vean aún el resplandor del sol!”
Al contemplar la muerte de su amigo, Gilgamesh se da cuenta de que un día morirá aunque su vida esté llena de proezas y Siduri, la tabernera, le dice que debe disfrutar la vida que ahora tiene porque la gloria que persigue, si llega, no la verá. Enkidu vuelve a la tierra para conversar con su amigo Gilgamesh y hacerle ver que los humanos no se libran de la muerte.  La alegría, la tristeza, el temor, la desesperación, el deseo, el odio y el amor aparecen en la vida de Gilgamesh quien, al final, se convence de que los reyes mueren sin importar su  presunta grandeza y que lo mejor es disfrutar la vida y el afecto de las personas que tiene a su lado en vez de perseguir obsecadamente la gloria. La historia de Gilgamesh, nacida en 2000 a. C., fue escrita en tablillas de barro encontradas en Mesopotamia y es considerado el libro más antiguo de la humanidad.

Gilgamesh ¿Por qué vagas de un lado a otro?
No alcanzarás la vida que persigues.
Cuando los dioses crearon la humanidad,
la muerte para la humanidad decretaron,
reservando la vida para sí mismos.
Tú, Gilgamesh, llénate el vientre,
goza de día y de noche.
Cada día celebra una alegre fiesta.
¡Día y noche danza y juega!
Ponte vestidos flamantes,
lava tu cabeza y báñate.
Cuando el niño te tome de la mano
atiéndelo y regocíjate.
Y deléitate con tu mujer, abrazándola.
¡Esa es la tarea de la humanidad!


6 comentarios:

LABERINTO ALADO dijo...

Hector López: Gracias por tus textos angie, se aprecia inmensamente lo que compartes. un abrazo.

Andrew Cabaña: Eso hay que hacer siempre (:

Jairo José Pech Lara: También pienso que es el poema más antiguo y que me perdonen los vedas que dicen serlo... cada poeta hace su propia mitología como lo he dicho... y bueno, me gusto mucho!!!. La amistad y el amor.

Graciela Barrera: No conocía la historia y me alegra iniciar mi nueva etapa con este hermoso poema. Besos.

Eva Leticia Martínez García: Angélica, gracias por compartir. En estos momentos es muy significativa para mí la enseñanza que trae esta historia. Ojalá fuera capaz de entenderla no sólo con la mente, sino con toda mi humanidad. Mi vida sería otra.

Claudia Marroquin Gracias Angie. Siempre es hermoso reencontrarse con Gilgamesh. Beso.

LABERINTO ALADO dijo...

Iliana Sánchez: Qué hermoso, Angie! me encantó de Pe a Pá! Gracias por enseñarme... Abrazos y besos por esta semana que empezamos!

Domingo Acosta Felipe: Maravilloso... sin más... un gran abrazo querida Angélica... Gracias...

Alma Zurita: Gracias Angie por compartirlo. Me dejas pensando. Abrazos.

Julio Cesar Sanchez Narvaez: ¡Qué rico poema!

Oralia Sierra: Gracias por recordarme a Gilgamesh.

Angélica Santa Olaya: Gracias a ustedes amig@s, por leer... un abrazo y que tengan un lindo día...

Anónimo dijo...

Lecciones de vida. Cada dia aprendemos para ampliar nuestra humanidad.Gracias!
Ademas de excelente periodista, poeta, narradora y humorista talentosa, eres Maestra!
Que el AMOR te acompane siempre!Salud!

LABERINTO ALADO dijo...

Muchas gracias... Lo mismo para tí...

Angélica

LABERINTO ALADO dijo...

Alejandra María González Ortega: Bello amiga, gran aventura mental y emocional dejando tras de sí una estela de imágenes luminosas colmadas de esperanza y vida,¡ Día y noche danza y juega!, pulsión de vida a través del asombro como recién nacido a la edad del mundo... hermoso Ange.

Angélica Santa Olaya: ¿Verdad que sí Ale? Amo este fragmento del poema de Gilgamesh precisamente por eso, porque es una invitación a la vida a través de las cosas sencillas y cercanas que a veces no vemos o dejamos pasar por ir en pos de algo invisible o efímero... La esperanza y la vida en la sabiduría de una tabernera, Siduri... Un beso amiga...

LABERINTO ALADO dijo...

Andrés Galindo: No lo diré por compromiso (aunque eso ya lo sabemos ambos dos), lo diré porque esto siento justo ahora: hará un par de años que leí el poema en la edición del COLMEX, pero no es si no hasta ahora que me llena de alegría. En la síntesis que haces y el fragmento que recuperas, logras imprimir la idea, el afecto, las razones que necesitaba justo en este instante. Y, mira que si lo leo antes no me causa el mismo efecto. Era hoy o nunca. Gracias, Angie.

Angélica Santa Olaya: De nada Andrés, me alegra el alma que tu reencuentro con Gilgamesh sea tan gozoso... Es una delicia de poema... De todo el poema este es mi fragmento favorito... Lo amo... con todo mi corazón... :)

Mauricio Astorquiza Campos: Angie: Mil gracias por tu aportación, excelente fragmento.

Angélica Santa Olaya: Gracias a tí Mauricio, por asomarte... Un placer siempre recibirte en mi espacio...

Claudia Contreras: Me recordaste mis primeras lecturas infantiles... Gracias Angie!!!

Angélica Santa Olaya: Gracias a ti Clau por leer y regocijarte en el recuerdo... :)