SURESTE MEXICANO 2014
Padrísimo estuvo mi viaje al sureste. Tanto en Cd. del Carmen como en Mérida las presentaciones de mi más reciente poemario De Leyenda fueron hermosas. Gente participativa, sonriente, dispuesta a escuchar y a comprar mi libro. Esa es la parte más satisfactoria porque quiere decir que alguien desea permanecer al lado de nuestra palabra. No perderla de vista. Tenerla cerca. En ambos lugares más que presentaciones tuvimos diálogos, cuestionamientos, intercambio de opiniones, asombros y sonrisas. En Mérida comí panuchos, salbutes, tacos de cochinita pibil, lechón, pib, champolas, vaporcitos, agua de chaya, mezcal, huevos motuleños, caballero pobre, etc. etc. Y a su vez fui comida por los moscos que se dieron vuelo con mi sangre. Pero no importa, piquetes más, piquetes menos, el viaje fue maravilloso abrazada por el calor de mis amigos y de la gente dispuesta a conocer mi palabra. En Cd. del Carmen encontré jóvenes dispuestos a escucharme en lugar de ver el futbol, y eso no tiene palabras para ser nombrado, llega directo al corazón. En lugar de las 2 horas programadas por mis amigos de la FENADEL nos gastamos 4 de filo sin importar que México jugaba futbol contra Camerún a la misma hora; los chicos permanecieron atentos escuchando como las fábulas de Lizardi incidieron en la preindependencia de México e inclusive, en las siguientes horas de taller, crearon textos diversos. Los Maestros Saúl Ibargoyen y Enrique Martínez Hernández tuvieron palabras más que alentadoras para mi libro lo cual me hace sentir como un pavorreal. Disfruté enormemente ser parte de la mesa del merecido homenaje al Maestro Saúl Ibargoyen. Asimismo, los meridanos Juan Estevan Chavez Trava, Irma Torregrosa, Ariel Lòpez, Rodo de Baskervile y Jorge Manzanilla realizaron una lectura exhaustiva del poemario regalándome su valioso comentario. Fui a la playa, jugué en las olas con Diana Luz, ella me contó cuentos a mí, bailé, brinqué, abracé y me dejé abrazar por mi gente. Me di vuelo en mi tierra y en mi mar que siempre me alimentan la sonrisa. GRACIAS a todos los que participaron de esta felicidad. Sobre todo a mis queridos Leticia Pérez quien me entregó un paquete de revistas Acalán con mis poemas -más hermosa cada vez- donde, hasta sin yo saberlo, he sido publicada (Gracias Lety por seguir la huella de mis letras) y Daniel Casanova en Cd. del Carmen. Y, por supuesto, a mi querida amiga, editora, poeta, narradora y próximamente artista visual Ileana Garma por su cálida hospitalidad y la de su familia en Mérida así como todo el esfuerzo realizado para que mi viaje terminara en estas imágenes que lo dicen todo. Es hermoso volver al origen y a la esencia de la subsistencia y eso, siempre, me sucede en Mérida con Ileana. Nada extraordinario necesitamos sino amor y buena voluntad. Deseo de Ser junto al otro en palabra y acción contundente. Porque la palabra es importante, pero mas lo son las acciones. La confirmación de la palabra es la acción. ¿Cómo no agradecer? ¿Cómo no disfrutar lo que la vida nos regala? ¿Cómo no desear no alejar jamás el pie? Mientras pueda seguir caminando... Volveré... Siempre volveré... Si desean ver más grandes las imágenes, sólo den click sobre el collage... Y Gracias por acompañarme en esta breve crónica de mi viaje al sureste de mi México... Continuamos el verano y las sorpresas literarias en el D. F. El verano da, aún, para mucho más...
¡ALEGRÍA!
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