No tengo senos de plástico
ni uso zapatillas de Cenicienta
pero mis pezones florecen
al concéntrico tacto del deseo
no soy talla cero
pero mi pubis reverdece
ante un cayado
de redondas intenciones
puedo modificar la órbita
de los planetas
a cambio de un orgasmo
con alas de libélula
no necesito un anillo de diamantes
ni una firma que ponga candado
al vuelo de las azules esporas
que nacen en mi vientre
mi sudor no sabe a silicona
ni tiene conservadores
porque la carne con cadenas
termina siempre por oxidarse
Angélica Santa Olaya D. R. ©
Del poemario inédito "Erial con zapatos rojos"
México, D. F. enero 2008.
Arte gráfico: Ydalia Lázaro González D. R. ©
Arte gráfico: Ydalia Lázaro González D. R. ©
3 comentarios:
Es la seguna vez que escucho este poema. La primera fue en la Universidad Autónoma de la Ciduad de México y ahora,la segunda, en la Casa del Poeta.
Esta última vez, volví a sentir eso extraño en el cuerpo cada vez que escuchaba cada linea que leias y me pregunataba el por qué de esta sensación. Y debo decirte que , para mi, que no soy experto en poesía,tu forma de escribir es sencilla y que entedía cada poema. Será porque, como a muchos como yo que no hemos tenido una formación literaria, tu forma de escribir ( tan sencilla, tan entendible) no hace sentir también poetas, porque al igual que ustedes, tambien vivimos y sentimos...solo que nosotros no hemos intentado escrivir.
Me llamó mucho la atención que dijeras "que la literatura te había ayudado mucho en tu vida" , espero que algún día todos podamos tener acceso a la literartura y nos ayude como lo ha pasado contigo.
Ah! por cierto. Este poema, para mi, refleja la valentía de la mujer, para rechazar ese fetichismo que nos impone la sociedad y resaltar lo hermoso de una mujer.
Hasta pronto!
Augusto:
Muchas gracias por tus comentarios. El círculo se cierra cuando hay alguien que permite que nuestras palabras penetren sus sentidos y su corazón. Luego comienza un nuevo ciclo.
Y, querido Augusto, no hay "ustedes y nosotros"; afortunadamente, somos los mismos y eso nos permite comulgar en la emoción; en la esencia. La diferencia sea, tal vez, que decidimos expresarnos de distinta forma.
Este es un poema que tiene ya su historia propia, muy de él. Se la ha ganado a pulso y eso me alegra. Y sí, ese rechazo al fetichismo de que hablas es una de las lecturas que en él hay.
Acercate a la literatura. Es maravillosa y generosa con quien se acerca a ella. A mí, te repito, no sólo me ha ayudado; me ha salvado la vida.
Un abrazo,
Angélica.
Estoy harto de tantas hipócritas tetas. Voy ansioso en busca de un laboratorio donde encontrar una verdad de plastico.
Daniel O. Requelme
www.danielrequelme.com.ar
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