“Alicia se coló por la boca de la madriguera, sin pensar ni un solo instante en cómo podría salir de allí”. Lewis Carroll

sábado, 28 de febrero de 2009

NOVENA NECEDAD

No hay silencio que detenga el aletear de las palabras. Vienen a mí en bandadas. En círculos concéntricos se agolpan alrededor de mi cabeza. Chocan unas con otras diciéndome cosas imposibles de escribir. Señalan con sus alas rumbos diversos que debo explorar antes de volver a tomar la pluma. Al otro lado de la ventana están las respuestas de nombre impronunciable. Letras que no conozco aún dibujan su sombra detrás de las cortinas. Trazos que nadie ha visto. Sonidos grabados en desdibujados rostros que gesticulan detrás del espejo. La única forma de seguir es hablar ahora... en el silencio.

lunes, 9 de febrero de 2009


Presentación de la antología
"CUPIDO INTERNAUTA
Poesía amorosa de la era nuclear"
editorial Generación espontánea
lobby del auditorio de la UACM colonia del Valle, 18:00 hrs.
Lectura de poemas a cargo de:
Guillermo Carballo, Raúl Renán, Jair Vega, Mónica Gameros,
Angélica Santa Olaya, Deyani Valso, Norma Salazar, César Cortés y otros.
Música, café y galletas.

sábado, 7 de febrero de 2009

Somos sombras

oscuros contornos
en el umbral donde

despiertan los relojes

ahogado por la luz
el cuerpo se niega a revelar
el color de su botonadura.

La caverna no es la casa de las tinieblas
es esta luz que enceguece
a fuerza de verdades.


Afuera apenas unas líneas...
el posible destello de una mirada

un pie arriba desafiando la gravedad
para avanzar unos centímetros
y luego caer otra vez en el abismo

prometido paraíso de piedra
rompecabezas de agrietadas baldosas...

Un bulto indeciso
se tambalea bajo el brazo
más titubeante aún

temerosas manos
ocultas en las entretelas
donde agrestes palpitan los segundos.

La caverna queda sola
despiadadamente iluminada

aséptico laberinto
embozado en blanco y amarillo

límpido lugar donde no cabe la carne
ni los sueños de los hombres


armónico diapasón donde Dios
no ha colocado su inmaculado pie.

Angélica Santa Olaya D. R. ©

Fotografía: Angélica Santa Olaya D. R. ©

martes, 3 de febrero de 2009

LAMENTO DRUIDA

De tanto soñar
se me gastaron los ojos

De tanto sufrir
se me gastaron los huesos

De tanto pensar en ti
se me gastaron los años

Soy tan viejo…
viejo como el primer rostro
como el primer espantapájaros

Soy viejo
como el primer ermitaño
que dejó sus huellas en Saturno

Soy tan viejo
que mis manos
han tocado casi todo
las hierbas
los peces
los dragones
los blancos cuerpos
de los ahogados

Soy viejo como el pecado
por eso bailo con los vientos
y puedo entender el canto de las ranas

Por eso sueño y sufro
y pienso en ti serpiente

Por eso la noche me encierra
en esta jaula de ruidos

Ricardo Bernal D. R. ©