“Alicia se coló por la boca de la madriguera, sin pensar ni un solo instante en cómo podría salir de allí”. Lewis Carroll
miércoles, 23 de junio de 2010
GABINETE SALVAJE. NOCHES DE POESÍA Y ARTES
Quedan cordialmente invitados a la Noche de Poesía y Artes que la Placa Chilango Andaluz (bajo la dirección de Appu Iván Vergara y Haydeé Ramos) y el Gabinete Salvajeorganizan en promoción del arte mexicano y español el día de mañana, 24 de Junio de 2010, en la Terraza Moneda, calle de Moneda número 8 planta alta, centro históricode la ciudad de México, a las 20:30 horas. Habrá transmisiónen vivo hasta España via internet en esta dirección (sólo cliquen sobre ella): www.justin.tv/plataformaplaca.
Las experiencias poéticas estarán a cargo de:
Angélica Santa Olaya (lectura de poesía),
Marina Ruiz (poesía performance),
Haydeé Ramos (poesía danza),
Charlie A. Secas (poesía Facebook) y
Alicia Juárez y Hugo Santos (poesía sonora)
Música a cargo del DJ Bernardo Esquinca
No falten...
Poesía por la humanidad...
Arte y no violencia...
viernes, 18 de junio de 2010
EL LADO OSCURO DEL ESPEJO O UNA HERMENÉUTICA DE LA INVITACIÓN
Por:Fernando Reyes
No
me gustan las presentaciones que se deshacen en elogios, sin haber leído el
libro (“El nuestro es un poeta sensible, inteligente y agudo…”). No me gustan
las presentaciones en que se habla del escritor, sin haber leído el libro (“Yo
vengo a hablar aquí de mi querido amigo…”) No me gustan las presentaciones donde
se habla de otros textos sin haber leído el libro en cuestión (“Este libro ha
mamado de las ubres de Shakespeare, Goethe, Baudelaire y la Biblias toda…”) No me gustan las presentaciones en que se
habla de todo (la ontología heideggeriana, la hipnosis de la Gestalt, la
hermenéutica aristotélica en el Medioevo, el minimalismo finlandés...) menos
del libro.
Por eso cuando Angélica Santa Olaya me
invitó a presentar su libro me puse a leerlo y cuando leo tomo notas. A buscar
metáforas y metonimias. “Las afiladas uñas del tiempo perforan los pulmones”. “El
corazón taclea las jugadas del cerebro”. Bien, muy bien. Busco una tercera pues
en verbigracias el trío siempre se agradece. La triada es la norma de la
elegancia. “Quiero romperle los huesos a los adjetivos”. No, un momento, por
favor. Esto es más bien una sinécdoque referente a lo concreto por lo
abstracto. Luego me clavé en antítesis y oxímoros: “Tempestad que sorprende mi
letargo”, “Si he de negar la llama de este tiempo / quiero el dolor que quema y
que trasciende”; entonces pienso en Sor Juana y veo en el mismo poema“No
gruñas” el verso de arte mayor y la eufónica rima. Y recuerdo que Angélicaconoce muy bien las reglas del soneto y de la décima y otras composiciones que
se pierden en el tiempo que nos quema y
nos trasciende. Momento, no quiero distraerme y hablar de elogios y de
otros libros.
Continúo mi sesuda lectura y atrapo un
claro ejemplo de sinestesia, recurso poético siempre tan efectivo como
filosófico: “La canícula derrite el silencio”. De repente se me aparece un
excelente verso que ilustra la prosopografía: “Tu sonrisa le hace cosquillas a
mi lengua” y mientras busco una más, sale a interrumpir mi serio compromiso
investigativo un retruécano metonímico que me calla de una vez por todas:
“Quiero partirle la madre a la gramática”. Me es imposible entonces hablar de
otro libro en la que la poeta me regaló sus versos encendidos y albureros: Calemburetruécanos. Antología del doble
sentido y las groserías en la poesía mexicana. No, no voy a escribir esto,
mejor me voy a otra lectura. Respiro, olvido terminologías y disfruto “El
lugar”. Comienzo el poema, en voz alta:
La punta de la lengua sueña dibujar el tímido
contorno de tus labios el filo de los dientes sacarte el alma a mordidas
por la boca, la cara oculta de los muslos cobijarte mientras habitamos el lado oscuro del espejo.
Y ya
no puedo leer sin hacer notas; me sigo como en una noche prepotente, imponente.
Disfruto. Releo. Me regocijo de nuevo con el ritmo de sacarte el alma a mordidas por la boca.Alzo más la voz aunque los
del café pregunten qué pasa con ese loco. Y aunque quiera evitar leer
intertextos me traslado a Nectáfora,
antología en la que Santa Olaya aportó deliciosos versos sobre besos. Y las
aliteraciones me cantan al oído en cada poema “hol-orgásmicos espasmos”,
“quiméricos orgasmos”. Encuentro guiños al caligrama. Hay vasta libertad
poética en este wonderland llamado El lado oscuro del espejo. Las imágenes
saltan por doquier, como conejos: “huyes montado en el filamento lunar / que
escurre por la ventana”, brincan como locos naipes: ”La sota de corazones /
cuelga de una manecilla rota / trapecista solitario”. Y me doy por vencido, ¿qué me pasa? ¿No he
reparado acaso que estoy escribiendo de Aliciay sus maravillas? Escucho a
Angiedecirme que las palabras se
eclipsan con discursos sabios y que lalocura
se escarcha con el viento de la razón. Escucho a Alicia decirme que vivir
para atrás es buen viaje, que hay que introducirse en las bocas de todas las
madrigueras, que el Tiempo siempre es el mismo, que las cosas pueden caer para
arriba y que los jardines y los caracoles son lo más hermoso.
“Todas las palabras están trastocadas” me
recuerda Carroll. Le daré un respiro a estos “testarudos lápices escribiendo lo
que no dicta el corazón”. No me importa si mi presentación deviene subjetiva,
elogiosa y personal. Y es que Angélica Santa Olayaes una de esas amigas que
sólo se encuentran entre “cielos marinos”, “intocadas sirenas” y sonrisas de
gato. Poco hemos hablado de intertextualidades y teorías poéticas; mucho en
cambio de las fibras que nos toca el poema más limpio y aparentemente sencillo.
Aquí
se acaba mi prisa, no asistiré a mi cita
con la liebre.
Sin
embargo pensaba algo más. En que podría haber relacionado el libro que nos
ocupa esta noche con ciertas temáticas borgeanas: el Tiempo estático, los
espejos y la otredad, el ajedrez y sus infinitas posibilidades, los sueños en
el umbral de la realidad, y la obra del mismo Lewis Carroll. Sería un buen
ejercicio intertextual, un rico análisis comparativo. Esta enfermedad por
investigar, analizar y teorizar se me contagió en la Facultad de Filosofía y
Letras. Que me corten la cabeza. A veces se me olvidan dedicatorias como las de
este libro: “A los locos que gustan más de las aventuras que de las
explicaciones”. Por eso cuando Angélicame invitó a presentar este libro le
dije que no lo presentaría, que no lo explicaría, que no la analizaría, que
sólo invitaría a leerlo. Así que perdónenme sinécdoques, oxímoros, antítesis y
sinestesias.
Texto escrito porFernando Reyes en abril del 2010 en Cd. del Carmen Campeche durante la IFeria del Libro de la Universidad Autónoma del Carmen..
Muchas gracias Fer... por dejarte invadir por la laberíntica sinrazón de Alicia... GRACIAS.......Así nomás...