CORRESPONDENCIA DE ALICIA
Alexis, no me escribas,
no me uses como imagen tutelar de tu metáfora,
que el viaje literario en que me viste
para mí fue pesadilla,
nunca salí del horroroso universo victoriano.
Ahora estoy bien, descanso bajo tierra,
blancos conejos, umbrosas madrigueras
me acompañan. No hay nostalgia,
tiempo ha que ya vagué tras el espejo,
pero ahora estamos todos muertos, como el dodo.
Y tú insistes en atribuirme más presencia
que la impresa en esta tinta carcelaria.
Pero amor, convéncete, soy fantasma del deseo,
una especie de romántico anhelo de las ansias.
Y bien, has de saber que nunca él
hizo gesto de tocarme, le bastaba acariciarme
no me uses como imagen tutelar de tu metáfora,
que el viaje literario en que me viste
para mí fue pesadilla,
nunca salí del horroroso universo victoriano.
Ahora estoy bien, descanso bajo tierra,
blancos conejos, umbrosas madrigueras
me acompañan. No hay nostalgia,
tiempo ha que ya vagué tras el espejo,
pero ahora estamos todos muertos, como el dodo.
Y tú insistes en atribuirme más presencia
que la impresa en esta tinta carcelaria.
Pero amor, convéncete, soy fantasma del deseo,
una especie de romántico anhelo de las ansias.
Y bien, has de saber que nunca él
hizo gesto de tocarme, le bastaba acariciarme
con su
cámara.
(Yo bajaba algún tirante de mi blusa,
el hombro joven, dorado y reluciente,
deslumbraba).
De sonrisas sabes tanto como él,
¿Qué luz de doce años
puedes ver en mi sonrisa?
Me ves reclinada en una cerca,
inquietante como nínfula del cine.
Pero él, y yo, casi una niña;
contempláramos ansiados y miedosos nuestro ímpetu,
reemplazáramos deseo por los juegos,
o bien secretamente revolcáramos el cuerpo por los prados,
es lo mismo, nunca salí, nunca salimos
del espantoso universo victoriano.
(Yo bajaba algún tirante de mi blusa,
el hombro joven, dorado y reluciente,
deslumbraba).
De sonrisas sabes tanto como él,
¿Qué luz de doce años
puedes ver en mi sonrisa?
Me ves reclinada en una cerca,
inquietante como nínfula del cine.
Pero él, y yo, casi una niña;
contempláramos ansiados y miedosos nuestro ímpetu,
reemplazáramos deseo por los juegos,
o bien secretamente revolcáramos el cuerpo por los prados,
es lo mismo, nunca salí, nunca salimos
del espantoso universo victoriano.
Alexis Figueroa D. R.
©
Chile.
2 comentarios:
un gran poema de este poeta chileno, que dialoga contigo y la Alicia Lewis Carrol, es grato ver-leer en tu espacio de comunicación y cultura, tan apreciado como necesario.
abrazo
Leo Lobos
Gracias Leo querido. Gracias por leer-mirar como tú bien dices. Chile es cuna de grandes poetás y esta es una muestra de ello. También es cuna de grandes personas -fuertes y empeñosas- que saben salir adelante. Espero que la reconstrucción del terremoto continúe hasta ver a Chile otra vez en pie.
Un abrazo fuerte y solidario desde México.
Angélica
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