“Alicia se coló por la boca de la madriguera, sin pensar ni un solo instante en cómo podría salir de allí”. Lewis Carroll

viernes, 23 de mayo de 2008

SEXTA NECEDAD
No hay necedad más necia que la del sol abriéndonos los párpados con su lengua de polen afiebrado. Somos cachorros olisqueando las tetas del dia. Necesitamos la luz y para saberlo es preciso rascar el fondo del barril hasta que el sarro se confunda con la carne. La necedad del sol fluye caliente por los riscos de este cuerpo siempre al borde.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Como ese cuerpo siempre al borde, así se siente uno al leerte. Me maravilla la síntesis tan bella de tus poemas.
Afectuosos saludos,

Gabrilea.

LABERINTO ALADO dijo...

Gracias Gaby,

No sueltes de la mano a la palabra,
Un beso desde México,

Angélica.