DÉCIMA PRIMERA NECEDAD
No preguntes por qué el mar ha besado el insólito
cardumen que bulle en tus adentros. ¿Para qué quieres conocer el hueso
del témpano de la razón? ¿Qué importa si
una letra u otra llegaron primero a la cita en el jardín de la poesía cuando el
perfume hace temblar los débiles andamios de la certeza? ¿Quién puede decir que
ha tocado con la punta de los dedos los dóciles cabellos de la hidra que
trashuma las aguas del corazón? Tal vez alguna letra, alguna palabra, alguna
frase escrita en las movedizas arenas del mar
de nadie sean suficientes para habitar por un segundo la eternidad. La única certeza es que los pájaros agitan
las alas en busca del nido mientras un séquito de torcidos cayados acecha la
paz del que todo lo sabe. Tú no eres
el que todo lo sabe. Yo no soy la que todo lo sabe. Cada aleteo es la vida y cada verso el alpiste que espolea el próximo
paso. La luz goza y reposa, montada a horcajadas, en el lomo de las olas
que, sin preguntarse por qué, se mecen desafiando al tiempo. Deja que la resaca llegue al resquicio donde solloza la marea y no construiré ya
tantas necias interrogaciones… Pero, dime… ¿Cómo hago para nombrar apenas este rojo enigma que ahora soy?
11 comentarios:
Alicia, la única certeza que tenemos es que respiramos, y así y todo o nos asfixiamos nosotros mismos o intentan asfixiarnos: Digo la única certeza, si seguimos los preceptos de la razón acuñada. Hay otra razón que no pregunta ni cae en la incertidumbre ni en la duda, una razón que no está domesticada, pero que es fuerte y redonda como el corazón de donde procede y que une todos los sentidos en una brizna de yerba. Es la razón necia y poco popular. Pero prefiero esa necedad a negarme a vivir y sentir la belleza que nos rodea.
Un abrazo.
¿Cómo podría llamársele a esa razón necia? Inventemos un vocablo... Un grito que con su fuerza leve anclas y permita seguir andando sin lozas a la espalda. Un grito que con la redondez de sus letras fracture las entrañas de los témpanos de hielo. Un grito que se meza en las tibias aguas de la emoción sin cortapisas. Yo también prefiero VIVIR, aunque a veces la belleza pueda encontrarse amarga como decía Rimbaud.
Tú eres un gran inventor de palabras... ¿quieres tomar la batuta? Hagamos los necios un poema por la VIDA.
Otro abrazo fuerte y necio,
Alicia
Qué maravilla de texto, Angélica. Los dioses han sido espléndidos contigo.
Gracias amiga. Bienvenida a mi madriguera.
Angélica
"Si tú me comprendieras me descomprenderías tú.
Nada sostengo, nada me sostiene; nuestra gran tristeza es no tener tristezas. Soy un tarro de leche cortada con un limón humorístico."
Virgilio Piñera (carta a Lezama)
Bien por tu nueva necedad Alicia.Recorde a Virgilio.
Gracias,como siempre tus palabras mueven la reflexion.
"Nuestra gran tristeza es no tener tristezas"... Creo entender... ¿Será que a veces también nos hacen falta las tristezas como el negro al blanco o la sombra a la luz? De lo que estoy segura es de que sin ellas no existirían algunos grandes poemas (no el mío por supuesto). Sin ella no existirían los delincuentes de la "grafomanía" que, como Piñera, han aprendido "a nadar en seco" en -como agregaría un gran y queridísimo amigo- en el "mar de nadie".
..exacto!Los poetas necesitan tanto de la belleza como del dolor, de la incertidumbre y la certeza, de la luz y la oscuridad..Gracias a eso un buen poeta puede darle color,sonido, brillo,y dimension geometrica a las palabras..Los poetas como "primogenitos del mundo" viven,sufren y disfrutan en otra dimension.. Benditos los poetas, y la poesia que siempre nos "asombra".
Admiro tu palabra poetica-inteligente!! SALUD!!
"El gran estilo nace cuando lo bello obtiene la victoria sobre lo enorme." (Nietzche}.
Es muy hermosa, Angélica. Tu palabra llega y se defiende sola. Tus Necedades parecen que están vivas, porque tal vez luchan por la vida. Me emociona que prosigan. Felicidades y gracias por compartirlas.
Domingo Acosta Felipe
Gracias Domingo,
Esta necedad, en especial, nació inspirada en gran parte por tu hermoso "mar de nadie". De modo que es, por supuesto, también tuya. Me has hecho leer mis necedades de otra manera y esta última es también un reflejo de ello. Gracias por leerme y por ser este amigo que nutre mi palabra. Gracias.
Alicia
Gracias Angélica,
sabes que el mar de nadie no existiría si no te hubiera leído y “oído” tu palabra, precisamente en este blog, y no exclusivamente la que se considera por casi todos, como estrictamente literaria. Me diste sin pretenderlo, la inspiración y la energía necesaria. El mar de nadie no hubiera existido sin ti o sería algo totalmente diferente; como ves ese poemario también es tuyo, como mínimo tanto como mía esa maravillosa Necedad. Quizá por eso nadie ha “oído” el mar de nadie como tú, a pesar de la distancia que hay entre las Islas Canarias y Mexíco, dos mundos aparentemente del todo diferentes. Esta es una amistad bastante nutritiva. Gracias.
Domingo Acosta
Gracias a ti Domingo, no sólo por tu amistad sino por permitir sumergirme en tu mar de nadie que es hermoso y que, de alguna manera, inspiró esta necedad. Me alegra saber que este espacio que nació hace poco más de dos años haya tenido, por lo menos, un eco benéfico en alguien que, de continente a continente, se tomó la molestia de asomarse a esta madriguera. Gracias por permitirme "hacer mío", también, tu mar de nadie. Como ves en esta necedad la reverberación ha sido mutua y recíproca. Sabes que puedes venir a este espacio siempre que lo desees. Gracias.
Un abrazo fuerte y poético a la distancia,
Angélica
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