Aquí vivimos con una mano en la garganta. Que nada es posible ya lo sabían los que inventaban lluvias y tejían palabras con el tormento de la ausencia.
Por eso en sus plegarias había un sonido de manos enamoradas de la niebla.
Alejandra Pizarnik D. R. ©
"Poesía completa"
Argentina, Ed. Lumen, 2004.
Fotografía: Angélica Santa Olaya D. R. ©
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