Si alguien me dijera que esto es una lluvia
yo le imprecaría diciéndole: ¡es una pecera!
Entonces él se desconcertaría, claro,
y llamaría a tres agentes policiacos
que, girando sus macanas, me invitarían a contestar:
¿es esto una lluvia?
¡No! Es una pecera, ya lo he dicho.
Y ellos, después de propinarme soberbia golpiza,
se irían muy orondos, nadando.
Ricardo Yáñez D. R. ©
"Ni lo que digo"
México, Ed. FCE, 1985.
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