¿Va a caer la tarde? ¡Qué oscuras están las ramas de los eucaliptos! Me cruzo con los fantasmas más antiguos. Llego a la casa y entro en puntas de pie. Un hongo sale del piso y crece hasta mi rodilla. Yo toco esa cabeza de porcelana blanca, esa piel de cera. Y quedamos los dos, el hongo y yo, aguardando atentos, ansiosos, no se sabe qué. Acaso, sólo, que la noche vuelva.
Marosa di Giorgio D. R. ©
"La flor de lis"
Argentina, Ed. El cuenco de plata, 2004.
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